Pocos jugadores han trascendido nuestras fronteras con tanto peso específico como lo hizo Marco Antonio Etcheverry, “El Diablo”, como lo conocen en todo el planeta, se ganó un nombre propio en base a talento, goles, carisma y también un poco de otras historias que giran en torno al fútbol.
Ángel
“Yo tengo más de ángel que de Diablo”, dice siempre, es que nunca le terminó de gustar el apodo que lo hizo famoso, a Marco Antonio, no le agradó nunca que le digan Diablo, aunque aprendió a vivir con eso. Pero no pierde oportunidad, aún hoy, en contar que él se siente más un ángel, porque es solidario, es sensible, no le gusta el egoísmo y la maldad.
Bolivia
Para Etcheverry la selección ha sido todo un compendio de emociones, jugar por Bolivia en 71 partidos internacionales, y anotar 13 goles, han significado mucho para su carrera. Fue un aporte fundamental en el equipo que logró la clasificación de Bolivia al Mundial de Estados Unidos 1994, y el subcampeonato de la Copa América de 1997. Su último partido con la Verde fue el 15 de noviembre, frente la Argentina en cancha de River, por las Eliminatorias de Alemania 2006.
Clubes
Marco ha tenido muchos clubes, en el país se lo identifica mucho con Bolívar, pero se transformó en leyenda en los Estados Unidos, jugando para el DC United, allá es una verdadera escuela para la actual MLS. Allá en Washington paseó ocho años de su carrera. Debutó en 1986 en Destroyers, pasó a Bolívar, luego cruzó el charco para fichar por el Albacete de España, volvió a Sudamérica, Colo-Colo de Chile, América de Cali, se fue al DC United, regresó al sur, Barcelona y Emelec en Ecuador, y cerró su carrera nuevamente en Bolívar.
Diablo
El apodo que se ganó Marco, está lejos de ser algo malo, lejos del infierno y más bien roza con la alegría del carnaval boliviano, a Etcheverry le decían “El Diablo”, porque era un bailarín en la cancha, se divertía con su habilidad, dejaba zagueros por el piso, y definía con talento, las diabluras de un joven jugador que explotó en cuanto tuvo una pelota en el pie izquierdo.
Entrenador
No muchos saben, pero Marco fue entrenador, o al menos intentó incursionar en ese rubro. Dirigió profesionalmente al Aucas en Ecuador y a Oriente Petrolero en Bolivia. Esa etapa de su carrera no tuvo mucho éxito, duró entre 2009 y 2010, pero fue una etapa corta y fugaz.
. Luego dirigió alguna Selección sub 15, y fue ayudante de campo de Xabier Azkargorta. Lo de ser entrenador aún no está en el olvido, quiere retomarlo en 2017.
Fenómeno
Cuándo le preguntan a Marco, por el jugador que más admira, no le quedan dudas, el Fenómeno está en lo más alto del ranking, Ronaldo. “Para mí está entre los cuatro mejores de la historia del fútbol, además brillaba entre muchas estrellas, hoy sólo son dos, en su época, eso era destacar en medio de tantas figuras”, argumenta su posición siempre que puede.
Goles
En su carrera Marco ha anotado un centenar de goles de todo tipo, de tiro libre, de penal, de jugadas individuales, colectivas; Sin ser canchero, la picaba, eludía hasta al portero del estadio antes de empujarla al arco, el Diablo era así. Pero el gol más recordado es el que anotó el 25 de julio de 1993, que seguramente no es el más lindo –porque entró con la ayuda de Taffarel- Marco se comió el carril izquierdo, desparramó brasileños y en un apretado cruce entre la línea final y Valber, la zurda sacó un centro corto que tocó el pie del arquero rival, terminó el invicto de Brasil en Eliminatorias, el Diablo quedó inmortalizado con ese gol para siempre.
Historia
Hablar de la historia del fútbol boliviano es hablar de dos nombres, Víctor Agustín Ugarte y Marco Antonio Etcheverry, ambos han sido de lejos los dos abanderados de los momentos más dulces de nuestro fútbol. El primero con esa pancarta del título sudamericano en sus hombros, y el segundo siendo la leyenda que logró llevar a Bolivia a su primer y único mundial por mérito deportivo.
Ideal
Fue parte de ese selecto grupo de jugadores en 1993, el Equipo Ideal de América, es un premio que otorga el diario El País de Uruguay desde 1986, nunca antes y nunca después, un boliviano logró estar en ese selecto grupo. En ese año el Diablo militaba en Colo-Colo y desplegaba su mejor fútbol. El once tenía a: Sergio Goycochea; Cafú, Luis Carlos Pereira, Fernando Kanapkis, Luis Capurro; Carlos Valderrama, Leonel Álvarez, Diego Maradona, Marco Etcheverry; Freddy Rincón, Müller. ¿Uno de los mejores de la historia? Seguramente, sí.
Juvenil
En los 80, las selecciones juveniles no existían en ese entonces para FIFA. El mundo recién comenzaba a entender la importancia de apoyar a los elencos nacionales en infanto-juveniles. Marco que no pasaba los 15 años jugaba en la Academia Tahuichi, la más destacada en el rubro en el país y una de las más renombradas en el continente por aquellos años. Fue entonces que FIFA comenzó a armar torneos, el mundialito de la China en 1985, fue el primero, Bolivia fue invitada y la Academia Tahuichi fue la elegida para representar a nuestro país. Allá destacó un niño de 14 años, era el Diablo que tuvo su primera aparición internacional, jugando ante la China.
Kilos
Hace algunos meses que varias figuras del 93 juegan para el equipo de Evo Morales, su última aparición fue en marzo de 2016 en Cochabamba, ese día jugaron contra el equipo de Gianni Infantino, flamante presidente de FIFA. Y algunas fotos mostraron a un Marco bastante excedido de peso, con algunos kilitos de más. A sus 46 años y retirado de la actividad está permitido, además, hay que sumar que la magia estaba intacta ese día clavó un golazo de zurda como en sus mejores tiempos.
Lima
A sus 16 años logró su primer título con Bolivia, al volver de la China, esa selección que era parte de la Academia Tahuichi, se fue al Sudamericano de Perú, y logró el primer título juvenil para el país. Marco fue elegido como el mejor jugador del torneo y fue el goleador. Pero su éxito lo complicó, se dio el gusto de comenzar a conocer la noche y su rendimiento bajó hasta que tuvo que encauzar su rumbo profesional.
Mentalmente
Cuando Marco habla de su paso por España se lamenta no haber llegado con otra mentalidad, aduce que no estaba listo. “Me mareé con un par de partidos bien, y mi rendimiento comenzó a bajar, me llene de ansiedad, hasta casi me vuelvo loco”, contó en alguna entrevista sobre el tema. Tuvo que acudir a médicos especialistas para controlar sus niveles de estrés y ansiedad. Y terminó dejando el primer mundo del fútbol para volver a Sudamérica donde recuperó su nivel.
Niñez
Condicionado por su mamá, no podía bajar notas o lo sacaban de la Academia Tahuichi. Comenzó a jugar al fútbol a sus ocho años, desde ese entonces ya la Academia le abrió las puertas para que se forme, pero con la condicionante que le pusieron en casa, era uno de los mejores alumnos de su colegio en la Ramafa.
Oriente Petrolero
Futbolero como pocos, se escapaba del colegio y se iba al estadio a ver a Oriente Petrolero. Es hincha del Refinero, donde pudo jugar por un corto tiempo antes del fin de su carrera y es el único club al que dirigió en el país.
Película
Marco Etcheverry fue inspiración del cineasta de origen boliviano, Roberto Catacora para hacer un filme relatando la vida de “El Diablo”. Ramafa, iba a ser una película que muestre la zona donde el futbolista creció mientras daba sus primeros pasos en la Academia Tahuichi Aguilera. Pero el proyecto no tuvo el apoyo que se buscó y quedó en nada, una suma de problemas no permitieron que la misma se realice.
Quince
Marco llegó a jugar 15 partidos en la primera división de la Liga de España. La temporada 1991-1992 en la Liga, tuvo al primer boliviano en jugar en ese torneo de primer mundo, anotó dos goles, pero sus problemas personales entre el manejo de ansiedad, y los problemas de indisciplina lo sacaron pronto de Europa, aunque luego de su gran paso por Colo-Colo, pudo volver, pero la lesión se lo impidió.
Real Madrid
Si, Marco Antonio estuvo a muy poco de jugar en el Real Madrid, la lesión que sufrió en la rodilla previa al Mundial de los Estados Unidos, lo evitó. Pero la Casa Blanca había puesto sus ojos en él, eran otros tiempos, el Real de ese entonces tenía otras prioridades, aún no estaba Florentino, y el Real tenía un equipazo, con Hierro, Sanchis, Butragueño, Luis Enrique, Robert Prosinecki, Iván Zamorano, hubiera encajado perfecto el boliviano.
Salón de la Fama
Fue el primer boliviano en ingresar al Salón de la Fama del DC United, luego lo hizo Jaime Moreno, ambos como símbolos de un DC United que en el regreso del fútbol a USA, marcó época. Marco fue una de las estrellas elegidas por Estados Unidos para volver a fundar la MLS en su segunda etapa, la misma que hoy está ya consolidada en el fútbol Norteamericano.
Tranquilo
No lo martiriza el recuerdo del Mundial de Estados Unidos, Marco recuerda su paso por el Soldier Field de Chicago tranquilo, no se arrepiente de nada y tiene la conciencia tranquila. Debutó en la Copa del Mundo soñada y se fue expulsado a los pocos minutos. Tras meses de espera por que se recupere y llegue a estar en el torneo más importante para Bolivia, Xabier Azkargorta, le había dicho que iba a jugar 10 minutos en el último partido de la fase de grupos, pero decidió meterlo ante Alemania, en el inaugural. Marco ingresó y chocó con Lothar Matthäus, el mexicano Arturo Brizio lo expulsó sin dudarlo y le dieron dos partidos. No volvió a jugar un minuto más en USA.
United
A pesar que el DC United ya no está en su momento de gloria, y que la MLS se ha caracterizado por ser una nueva fuente laboral para grandes estrellas del mundo, Marco Etcheverry está entre los mejores de la historia, superando a jugadores con mucha trayectoria, pero que no marcaron época en Estados Unidos. Sus ocho años viviendo en Washington han sido un antes y un después para él y para MLS. Según un ranking, el boliviano es el segundo jugador más importante de la historia de la Liga después de Landon Donovan.
Viviendas
En su carrera le ha ido muy bien, él mismo cuenta que en su paso por los Estados Unidos llegó a tener contratos por 8 millones de dólares por año, lo que le ha permitido tener muchas viviendas en el país. Hoy que ya no trabaja y vive del fútbol, sigue teniendo esos inmuebles, pero no lucra con ellos, prefirió cederlos a su familia. En una casa vive su hermana, su cuñado en otra, y no les cobra alquiler. Prefiere ver a su familia bien y feliz antes que cobrarles el uso de sus viviendas.
World Cup
Es un sueño pendiente, si bien Marco llegó a jugar algunos minutos en Estados Unidos, se atribuye a sí mismo el hecho de aquella clasificación. Ahora su meta es volver a llevar a Bolivia a un Mundial. No le importa cuánto tiempo tarde esa oportunidad, él quiere estar listo para cuando llegue la chance, por eso en 2017 quiere volver a ser parte del mundo del fútbol
Xabier
El Diablo admira y respeta al Vasco, lejos de las polémicas de sus ex compañeros de selección que prefirieron enfrentarlo, Marco respeta a Xabier Azkargorta y asegura que se alista para dirigir Bolivia con la mentalidad del Bigotón.
Yo, ¿político?
No, esa es la respuesta del Diablo, a los miles de ofrecimientos que le hicieron desde 1993 hasta la fecha, varios de sus compañeros han sido diputados, y han tenido cargos públicos, pero Marco prefiere no sumarse, aunque no descarta que su labor sería buena, “podría hacer mejor gestión que muchos, tengo liderazgo, soy un líder, además soy honesto, me he ganado cada peso laburando y sin hacer daño a nadie”, explica siempre que se le consulta sobre el tema.
Zamorano
Nunca compartieron equipo, ambos lucieron la camiseta alba de Colo-Colo, pudieron ser compañeros en el Real, un sueño incompleto de Marco. Compartieron muchos campos de juego como rivales luciendo las camisetas de sus selecciones. Son amigos, ahora disfrutan del Showbowl, y comparten momentos, compañeros de vida y goles.