Los botines de fútbol, son uno de los artículos del balompié que más ha evolucionado en la historia de este deporte. Desde botas de cuero que pesaban un kilo cuando se mojaban y muchas veces armadas por los mismos jugadores, hasta lo que hoy en día hacen las grandes empresas, creando modelos de zapatos a la medida de cada una de las estrellas.
El primer antecedente histórico de un zapato para jugar fútbol es de 1525 -mucho antes de que el deporte sea reglamentado- el Rey de Inglaterra Enrique VII, ordenó la fabricación de botas especiales al artesano Cornelius Johnson, si bien no se conocieron estas prendas se tiene conocimiento de que existieron por un inventario de su vestuario que aún queda en los museos del viejo continente.
En la década de los años veinte, comenzó la fabricación en serie de zapatos de fútbol con la empresa inglesa Gola, y en 1925 aparece la empresa Gebruder Dassler Schuhfabrik, fundada por los hermanos alemanes Rudolf y Adolf Dassler, que comenzaron la fabricación de zapatos de fútbol con características diferentes. Eran de cuero con las puntas reforzadas y en la planta pedazos de suela que funcionaban como los actuales toperoles.
La segunda guerra mundial fue uno de los puntos de inflexión que tuvo la evolución de los botines, los hermanos Dassler se separan por motivos políticos y cada uno forma una empresa -Adolf Adidas y Rudolf Puma- y en poco tiempo se convirtieron en las marcas bandera de la industria.
Materiales más livianos, la planta de goma o de plástico, caracterizaban los zapatos desde la mitad del siglo XX. La guerra mediática entre estas dos marcas, llevó a la constante evolución; Por ejemplo, Adidas vistió a las selecciones alemanas desde 1954, mientras que Puma buscaba a las estrellas: Pelé, Cruyff y más adelante Maradona, vistieron la marca del felino.
En la década de los 60, y hasta los 90, lideraron la venta de botines de fútbol, pese a que en estos años surgieron otras empresas como la española Joma o la italiana Lotto, no tuvieron el mismo éxito. Es entonces que a inicios de los 90 aparece con fuerza la firma estadounidense Nike que revolucionó el mercado.
La variante más importante que impuso la firma norteamericana fue en Francia 1998, cuando el brasileño Ronaldo -imagen de la marca- vistió por primera vez zapatos plateados con azul, hasta ese año todos los botines tenían como color principal el negro. Si bien el “Fenómeno” no fue el primero en usar zapatos de colores diferentes –antes, el italiano Marco Simone y el español Alfonso Pérez lo hicieron- Ronaldo fue el que disparó el éxito mediático de la nueva moda.
En nuestra época, es poco habitual ver jugadores con zapatos negros, se toma hasta como una moda retro; Abundan los colores vivos y diseños policromáticos. Los materiales evolucionaron tanto, que existen botines que pesan menos de 100 gramos, y en el último año volvieron los zapatos hasta arriba del tobillo, todo esto para mejorar el rendimiento en base a normas estudiadas científicamente.