El lateral derecho de The Strongest y la selección boliviana, Diego Bejarano, tiene varios sueños por cumplir, tras diez años de haber iniciado su carrera se siente maduro y agradecido por todos aquellos que han aportado en su carrera.
En su etapa escolar, Diego practicaba todo tipo de deportes, “en el colegio uno hace de todo”, recuerda. Desde pequeño tuvo el apoyo de su familia para poder dedicarse al fútbol, mirando hacia atrás no sólo agradeció el respaldo de su familia, también siente que tomó la decisión correcta en su vida, “mis padres siempre me apoyaron igual que mis hermanos, siempre les gustó que juegue fútbol, me apoyaron para que vaya a entrenar, a lograr mis sueños, están muy orgullosos de mí por todo lo que he logrado. Mi padre fue un factor muy importante para mí, fue él quien me dijo el fútbol o estudio, y creo que elegí la mejor carrera del mundo”.
Es así que en 2009 recibe una de las mejores noticias de su vida. “Llegué a La Paz cuando tenía 17 años, estaba entrenando en la juvenil de Oriente Petrolero, mi técnico en ese entonces era Pepe Peña que estaba en mi escuela y me preguntó si me animaba venir al Tigre, le dije que sí y de un día para el otro me vine al Tigre” cuenta Bejarano quien además recuerda que llegó para ser el nuevo delantero del equipo atigrado, “cuando llegue al Tigre jugaba de delantero, esa posición me gustaba bastante pero con el paso del tiempo fui bajando de posición en la cancha y creo q encontré la adecuada”. Es así que llegó su debut, justamente ante Oriente Petrolero, “entré en el segundo tiempo por Cabrera, fue una experiencia inolvidable”.
Luego de tres temporadas en el Tigre en las que le costó ganarse la titularidad en el equipo por su corta experiencia, fue cedido por un semestre a Guabirá de Montero, esa salida marcó su carrera, “estuve seis meses, fue un momento donde fui a aprender, donde tuve que ir a jugar, Gracias a Dios en lo personal me fue muy bien, jugué bastante y eso me dio la posibilidad de volver al Tigre el siguiente semestre”, en ese mismo semestre comenzó a jugar en la posición en la que ha logrado destacarse y llamar la atención internacionalmente, “En Guabirá fue Lucho Cristaldo que también fue mi compañero acá, el que me hizo jugar en esa posición y cuando volví al Tigre, el profe Villegas me mantuvo en la posición” así Bejarano llegó al lateral derecho.
Hasta el momento son ocho temporadas las que ha defendido los colores amarillo y negro: “El amor que le tengo al Tigre es muy grande, fue el primer club que me abrió las puertas del profesionalismo de poder jugar y ha marcado mucho mi vida por todo lo que he ganado, por todo lo que he compartido y por eso estoy aquí tranquilo tanto tiempo” comenta al recordar que tiene cuatro títulos ganados en la institución paceña, mismo equipo en el que tiene muchos amigos a los que admira y agradece el apoyo, con los que comparte vestuario ahora y en el pasado también.
En los distintos torneos que ha vivido en Achumani ha compartido vestuario con jugadores como Nelvin Soliz, Sacha Lima, Lito Reyes, quienes han marcado su carrera y lo han ayudado a crecer y admira mucho, así como a sus actuales compañeros, por ejemplo su capitán Pablo Escobar, “es alguien muy importante para mí, alguien que me ha ayudado mucho, me ha apoyado bastante en el fútbol, soy un agradecido con él, jugar a su lado es muy importante”. Sentimiento similar que tiene para con otro de los referentes del equipo, Alejandro Chumacero “un gran amigo, nos criamos juntos en el fútbol, cuando llegué él ya estaba aquí, pasamos momentos difíciles y muy lindos, somos muy unidos”.
Sobre el sueño de todo jugador, salir a mostrar su talento a otros países, Diego ya ha vivido esa experiencia en 2014 -se fue por dos temporadas a Europa donde fue parte del club Panaitolikos de Grecia- “fue una experiencia muy linda que me abrió mucho más los ojos en el fútbol, salí en el momento justo, lo necesitaba, quería ver las diferencias con el fútbol boliviano, no hay diferencia en nada sino en el tema de mentalidad, si uno se lo mete a la cabeza puede lograr grandes cosas, crecí bastante en lo personal, madure mucho, veía de otra manera el fútbol y la vida eso me ha ayudado bastante para crecer” relata otra de las experiencias más importantes de su vida.
En una carrera llena de momentos buenos, también hay espacio para la Selección Boliviana, fue el entrenador Xavier Azkargorta quien convocó a Diego Bejarano por primera vez, vistiendo la Verde, tiene dos partidos especiales que guarda en su memoria “venía en un momento muy bueno había terminado de ser campeón, Azkargorta fue el que me convocó, me dio la confianza y me siguió convocando, han sido especiales, el partido frente a Argentina donde fui la figura, empatamos 1-1 y el que convertí mi primer gol allá en Lima ante Perú”.
Pero no es lo único que guarda de los partidos que disputó representando al país, entre las camisetas que ha intercambiado, tiene “La de Messi, es una de las más importantes que tengo en mi casa”. Diego atraviesa un gran momento y también percibe el respaldo del actual cuerpo técnico de la Selección, “hoy por hoy Mauricio Soria me está dando la confianza en la Selección, está confiando en mí, yo lo necesitaba, estar tranquilo, estar a gusto y hoy gracias a él lo estoy”.
Así como los partidos de la Selección también existen otros encuentros especiales que disfruta disputarse, los clásicos paceños, “Lo vivo de una manera muy especial, jugar un clásico es lo más lindo que hay, gracias a Dios me ha tocado siempre poder marcar, aportar y sentir esa emoción de toda la gente y compañeros, festejar un gol creo que es lo más grande que puede haber en el fútbol”, estos encuentros son tan diferentes que Diego se prepara de manera individual una semana antes, “me cuido bastante, me cuido el tema del descanso y la comida y eso ha sido un factor importante para todos los clásicos rendir al máximo”.
Pero ha habido un clásico que ha marcado y superado todos los disputados hasta el momento, el del 24 de diciembre del 2016, “Fue un partido muy extraño por la fecha, por el horario, por lo que se dio, por todo lo que logramos, veníamos de muy abajo, empatar a Bolívar en puntos en el último partido, definir en un partido extra, fue muy especial para mí y todos los hinchas”.
Diego aún tiene metas por cumplir, una de ellas a corto plazo es volver a jugar fuera del país, pero esta vez el destino elegido es uno, Argentina, “Salir nuevamente, hay muchos jugadores que merecen estar afuera, ojalá pueda salir algún día a Argentina y poder demostrar mi fútbol”. La idea de ver a Bejarano en la primera división del vecino país no es ninguna idea lejana, anteriormente cuando partió hacia Europa fue Arsenal de Argentina quien pretendía sus servicios, y hace pocos meses atrás el club Vélez también quiso tenerlo en sus filas, “Me gusta mucho el futbol argentino, antes de ir a Grecia se me había dado la posibilidad de ir a jugar, decidí Grecia. Y este año estaba muy alegre por esa oferta (de Vélez Sarsfield) porque me iba a ir al fútbol que quiero”.
El 2018 puede ser otro gran año para Diego quien será padre por segunda vez “haberme casado, el nacimiento de mi hijo, ahora que mi señora está embarazada nuevamente, es lo más importante para mí” y como dice el dicho, todo bebé llega con su pan bajo el brazo, y porqué no, una oferta del fútbol del exterior.