Se han preguntado ¿cómo se preparan los futbolistas profesionales para las largas temporadas poder mantener el alto rendimiento?, no se puede restar importancia al talento que tienen, incluso de manera innata, pero saber usar las habilidades técnicas es lo que marca la diferencia, saber trabajar en las habilidades perceptivas y motrices es imprescindible, sin embargo ninguna mantiene el rendimiento o lo mejora durante toda la temporada salvo la preparación física de buen nivel que ayuda a conocer las ventajas físicas, técnicas y tácticas de cada uno; tener un estado forma óptimo, identificar fortalezas y debilidades para mejorar la estrategia personal e incluso definir el tipo de ayudas ergogénicas nutricionales, suplementarias, de hidratación y complementarias que puedan aportar.
El entrenamiento físico debería estar definido según la línea de trabajo: defensiva, central, lateral, mediocampo, ofensiva y delantera; ya que el tiempo efectivo de juego que se realiza con el balón es diferente en cada posición en relación con la velocidad y dirección que deben seguir, siendo necesario entrenar la capacidad anaeróbica equivalente a la explosividad, fuerza y la capacidad de repetición a máxima velocidad, donde el cuerpo se someta a cargas entre 5 y 10 veces mayor a su peso, por lo que será necesario realizar una planificación para evitar la fatiga que afecta negativamente al rendimiento y que predispone a lesiones.
Se consideran las pretemporadas como el tiempo de mayor exigencia física y el más importante del entrenamiento físico, durante el tiempo de competencia, los periodos de preparación acumulativa tendrán como objetivo la resistencia, fuerza, velocidad, movilidad y elasticidad articular/muscular siendo indispensable para la prevención de lesiones; también está el periodo de transformación, donde las deficiencias halladas en el objetivo previo deberían tratar de ser mejoradas. Sin embargo no solo cuentan las horas de entrenamiento sino también las restantes, el entrenamiento invisible, aquel que marca la diferencia entre ser futbolista o atleta jugando fútbol (ser el mejor), es decir, uso de medidas higiénico dietéticas óptimas, preparación psicológica, atención y concentración. Por ello también está el trabajo regenerativo, que es igual de imprescindible, el descanso adecuado y la prevención del sobreentrenamiento, fatiga y lesiones, se deben planificar incluso las vacaciones.
Si bien es claro que el estado físico influye en gran medida en el rendimiento, es muy importante educar al jugador desde pequeño para que pueda explotar al máximo sus capacidades a lo largo de un partido, una temporada y toda su carrera deportiva; previniendo lesiones y alargando por tanto su vida profesional.
Autor: Dra. Jessica Córdova – Medicina Deportiva MEDS