El Estadio Mário Filho fue inaugurado el 16 de junio de 1950 para acoger el Mundial de Fútbol que se realizó en Brasil ese mismo año, tras una construcción realizada en tiempo récord de 22 meses, con el nombre de Estadio Municipal de Maracaná. Años más tarde, en 1964 se le cambió el nombre por el de Estadio Mário Filho en honor al fundador del diario Jornal dos Sports.
Durante más de cuarenta años, el Maracaná tuvo una capacidad máxima de hasta casi 200.000 personas situación que así como era un récord, también era un peligro para los asistentes, justamente en julio de 1992, durante un partido entre Flamengo y Botafogo por el campeonato de Brasil ocurrió un grave accidente, donde más de medio centenar de personas cayeran al vacío y perdieron la vida tres espectadores, tras este suceso fue remodelado para acoger un máximo de 130.000 personas. Sin embargo adaptarse a los requisitos de la FIFA hizo que quedara actualmente con una capacidad de 78.838.
En este estadio se disputó el duelo definitivo de la fase final de la Mundial de 1950, entre las selecciones de Brasil y de Uruguay, encuentro que ostenta el récord de público en partidos oficiales: 199.854. El triunfo de Uruguay, por 2 goles a 1, pasó a la historia con el nombre de Maracanazo, y se considera el hito máximo de los campeonatos del mundo de fútbol.
Por su césped pasaron grandes ídolos del mundo futbolístico: Ronaldo, Pelé, Rivelino, Garrincha, Ademir, Zico, Tostão, Gérson, Jair, Obdulio Varela, Schiaffino, Maradona, Eusébio, Messi, entre algunos. Además del Maracaná, el estadio carioca vio hitos de la historia del fútbol, como el gol número mil de la carrera de Pelé, en 1969, la despedida del fútbol de Garrincha en 1973 y por supuesto, dos mundiales, además de 333 goles de Zico, el máximo goleador del estadio, casi todos con la camiseta del Flamengo.
Ahora se alista para ser escenario de varios partidos de la Copa América y por supuesto la gran final del 7 de julio no podía realizarse en ningún lugar más perfecto que este mítico estadio.