El Inter de Milán es uno de los clubes más emblemáticos del fútbol mundial, con bastantes seguidores alrededor del mundo, su popularidad despertó hace varios años la necesidad tanto por parte del club de abrir las puertas para hinchas de todo el mundo para acercarse al equipo, como por parte de los aficionados a utilizar todos los canales disponibles para sentirse parte del club que siguen y quieren.
Hace cinco años el Inter realizó una campaña para aumentar la cantidad de socios y que todos los seguidores que tuviera el club se unieran a las más de 800 peñas (clubes de hinchas) que hay alrededor del mundo. Con dicha obra se metieron entre los diez clubes con más socios alrededor del mundo alcanzando una cifra de 105 mil.
Para este 2019 las cifras no han dejado de aumentar, con miembros recién nacidos, hasta el club más distante en Sidney, cuentan con 137.050 miembros registrados en los 906 Inter Clubs que hay alrededor del mundo, este crecimiento del 20% es un récord que lo conforman 75 países en los cinco continentes.
Bolivia es uno de dichos 75 países, el Inter Club Bolivia fue inscrito oficialmente el 8 de agosto de 2017 y hasta el momento ha duplicado la cantidad de miembros desde su creación. Pablo Antezana y Max Gutiérrez son miembros del club y relataron como inició la formalización del grupo en el país, “Todo comenzó con una persona que hizo una página en Facebook llamada Inter Club Bolivia que se asoció a una página Inter Club Latinoamérica hace 4 años, aún no había mucha gente activa, se tardó unos 2 años en poder concretar algo, había requisitos que cumplir como por ejemplo ser 20 personas como mínimo y que se celebren elecciones para tener una mesa directiva, además de la cuota de cada miembro, hemos comenzado con 28 los fundadores y ahora somos 49”.
Como socios del club reciben cada temporada los carnets y varios souvenirs oficiales desde Italia, pero para los miembros lo más sobresaliente es unirse a la labor social que hace el club con el Intercampus Bolivia con sede en Cochabamba que se dedica ayudar a niños de las calles y las cárceles.