Desde hace muchos años que la FIFA trabaja para erradicar el racismo y la discriminación de los estadios, “El fútbol recibe merecidamente el título de deporte rey, pero también los reyes tienen sus defectos, y el fútbol no es una excepción, el defecto más feo del deporte más hermoso es el racismo” explicaba el ente matriz en unos de sus informes sobre el tema.
El racismo y la discriminación existen en el fútbol desde sus inicios, en los primeros años del fútbol, el caso de Leónidas Da Silva, es uno de los más destacados por la lucha contra el racismo. Viajó separado de sus compañeros a los mundiales de Italia 1934 y Francia 1938, pero en este último, se lució al marcar tres de los seis goles con los que Brasil derrotó 6-5 a Polonia. Historias como estas hay miles, algunas más graves que otras, en algún momento Yaya Touré describió como un infierno el calvario racista que vivió.
Por parte de la FIFA desde 2002 se celebran jornadas mundiales contra la discriminación y el racismo, “el racismo es una lacra que debemos erradicar con energía y firmeza”, declaró el Presidente de la FIFA, Joseph Blatter, durante una de estas jornadas. En 2004 se aprobó un Código de Ética donde se explican las sanciones ante cualquiera de estos actos, dos años después se aprueba una enmienda con sanciones mucho más estrictas.
Pero tal parece que nada de esto alcanza por ahora, de hecho, a principios del año pasado, un informe de la organización Kick It out mostró que en Inglaterra se estableció un aumento del 75 por ciento en casos de racismo en el fútbol inglés, al registrar 300 denuncias sobre 282 por discriminación. A raíz de todo esto, clubes en particular, ligas, federaciones constantemente lanzan campañas para concientizar a todos los que son parte del fútbol sobre el tema.
El Inter de Milán – tras ser sancionado con dos partidos a puerta cerrada por los coros racistas de sus aficionados contra el defensa Kalidou Koulibaly – trabaja con la campaña BUU que significa “Brothers Universally United (Hermanos universalmente unidos)”. Bolivia no es la excepción, un incidente en el Tahuichi contra Serginho donde se escucharon gritos similares a los que hace un mono destaparon una problemática que se venía arrastrando desde temporadas pasadas.
La Federación Boliviana de Fútbol con el uso de banners al inicio de los partidos intenta tener presente la idea de luchar contra el racismo. La Agencia 360 Invictus se ha sumado a esta constante lucha esta temporada con la campaña “#RojaAlRacismo, se detiene conmigo”.