La dramática crisis del fútbol nacional tiene mucho que ver con quienes lo dirigen. Para nadie es un secreto que a partir de la salida de Carlos Chávez de la presidencia de la FBF en 2015, la Federación ha tenido cinco presidentes en cuatro años. El fútbol atraviesa un momento que lo acerca más a los tiempos incipientes del amateurismo de los años veinte del siglo pasado, que a los lauros del periodo 1993-1997.
Por eso vale la pena recordar a cuatro grandes figuras de la dirigencia nacional. La primera, Roberto Prada, presidente de Wilstermann y de la FBF en el periodo 1961-1969. Lo llevó a ser el único club tetracampeón nacional (1957, 1958, 1959 y 1960). Primer boliviano integrante de la directiva de la FIFA, gestor de la organización de la Copa América 1963 que llevó a Bolivia a su único título continental.
Mario Mercado, sin discusión el más grande dirigente de clubes de la historia. Titular de Bolívar seis veces durante veintiocho años. Logró 11 campeonatos nacionales y 2 campeonatos paceños. Ningún dirigente del país tiene tal cantidad de campeonatos obtenidos en su gestión. Un modelo de gestión, de ambición y de capacidad.
Rafael Mendoza, presidente de The Strongest en cuatro ocasiones, por un total de nueve años, con dos campeonatos nacionales y dos campeonatos paceños en su haber. Pero su mayor sueño fue la consecución del Complejo Deportivo de Achumani, la mejor infraestructura existente de un club del fútbol profesional.
Finalmente, Tito Paz, figura consular de la dirigencia de Blooming. El único de ellos que fue jugador profesional. Casi veinte años dirigente celeste, especialmente en su periodo de oro 1977-1994 amante y activo cultor de varios deportes, coronó su sueño de ver a Blooming campeón nacional en 1984.
Dirigentes de oro, en tiempo mejores…