Escobar y Ferreira, los líderes que le pusieron el sello al fútbol boliviano

December 27, 2019

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La última década del fútbol boliviano y en particular del paceño tuvo dos grandes emblemas, ídolos, referentes en ambas veredas. Pablo Escobar, el líder de The Strongest que se puso el hombro al equipo en distintas facetas y William Ferreira, el goleador de Bolívar que dejó todo en la cancha para llevar a su equipo siempre a la cima.

Los clásicos paceños, aquellos que definen el título de campeón en el fútbol boliviano, tenían la presencia de estos dos invitados de honor que a cuenta de goles emocionaron a miles de personas en el gran Hernando Siles.

Un detalle no menor es el hecho de que ambos no son bolivianos de nacimiento, Escobar nació en Paraguay y el cariño que le tomó al país hizo que adopte la nacionalidad boliviana, país donde nacieron sus hijos. Ferreira por su parte nació en Uruguay, aunque no hizo el trámite de naturalización siempre se sintió un boliviano más y la chance de verlo defendiendo la Verde de la Selección fue una opción en determinado momento de su carrera.

El 2019 fue un año diferente para ambos e incluso para los hinchas que ya no pudieron verlos disputar los clásicos, en el caso de Pablo, este determinó cerrar su etapa de jugador en diciembre 2018 y arrancó el 2019 como entrenador del club The Strongest, esta vez le tocó estar del otro lado de la cancha, sin olvidarnos de los clásicos, ganó uno y empató el otro. Logró el segundo lugar del Apertura en su primer semestre como director técnico, a las cinco fechas del Clausura el club atigrado determinó su salida. Sin embargo, no tardó en llegar la oportunidad de dirigir otro club, Sol de América de Paraguay, con el que ahora se alista a disputar la Copa Sudamericana.

Por su parte William Ferreira también dejó Bolívar el 2018, su contrato terminó y la academia paceña no quiso renovar la relación. Fue entonces que llegó el momento de cambiar de camiseta, después de diez años desde su llegada al país, estampó su firma para ser parte del club Always Ready que representa a la ciudad de El Alto. Permaneció en filas del equipo millonario ocho meses donde marcó 13 goles y en tan poco tiempo la hinchada alteña le tomó cariño y le hizo sentir el mismo partido a partido. Hasta que llegó el duelo entre Always y Bolívar en el estadio de Villa Ingenio, un partido con muchos errores arbitrales que terminaron desatando el enojo y la irracionalidad de los dirigentes del cuadro local que tras ese partido enviaron al goleador al plantel de reserva mediante un memorándum.

Aquel 5 de agosto de 2019 cuando la Fiera recibió ese oficio, Escobar también por medio de un comunicado publicado en las redes sociales del club atigrado se enteraba de su salida del equipo. Pero como era de esperarse ambos líderes natos continúan sus carreras mirando hacia adelante y con nuevos objetivos.

En el caso de Pablo Escobar, pasó poco tiempo y tuvo que hacer maletas para encarar un nuevo objetivo, volver a su país natal, esta vez como entrenador. Antes de que finalice el mes de agosto fue presentado como el director técnico del club Sol de América, “El momento de venir a Paraguay fue primero una situación muy rápida, nos agarró con muchas ganas de afrontar este desafío que llenó mucho las expectativas para todos, para el fútbol paraguayo, para la parte dirigencial, casi 4 meses dirigiendo acá han sido de muy buenos logros. Fue un gran desafío, fue dejar nuestra casa en Bolivia, después de casi quince años, fue un poco más duro desde el lado familiar y sentimental pero todo se acomdó rápido, los desafíos también te llenan la cabeza de otras ideas” resume Pablo sus primeros meses en Sol de América.

Para Pablo, el cambio de jugador a entrenador que para todos fue muy rápido, para él fue todo bien planificado, “fue un proceso que lo hice seis meses antes que yo ya había tomado la decisión, bien tomada, bien pensada, por eso es que no me tomó por sorpresa, hasta ahora el cambio lo llevo sin ningún problema y muy abocado a la etapa de entrenador. El primer día de entrenador fue bastante raro, primero desde el lugar donde uno se cambia, que ya es una oficina, entrar a la cancha con otra función, son sensaciones difíciles de describir después de tantos años estando al otro lado del grupo pero asumí un nuevo reto y me fui acostumbrando a esa nueva posición, igual me gusta mucho porque uno está cerca de los jugadores y puede transmitirles muchas cosas”.

Si hay algo que extraña del fútbol boliviano es la cercanía de los hinchas, “Extraño ir y sentir el cariño de la gente, del fútbol boliviano, gente que siempre nos apoya en la calle, el fútbol boliviano es muy bonito y la gente es muy afectuosa”. Situación similar le ocurre a William Ferreira, quien recuerda desde Uruguay los afectos que le dieron los hinchas celestes en todo el país, “Seguir recibiendo el cariño de los hinchas, de las personas en la calle, es algo hermoso que me llevo siempre y que valoro mucho”.

William dejó el club Bolívar siendo cinco veces campeón, en 2009, 2011, 2013 y en los dos torneos del 2017, en una década hizo 173 goles siendo el segundo máximo goleador histórico del club, quedando detrás del ídolo celeste, Fernando Salinas, le ganó la pulseta a Escobar en el duelo de máximos goleadores en clásicos. Llegar al club paceño le cambió la vida, “Los recuerdos son varios porque fueron muchos años vividos en el club, los títulos, algunos goles, pero principalmente el cariño y el respeto de las personas y del hincha, me cambio para bien, fueron mis mejores años, me dieron la posibilidad de llegar a semifinales de Copa Libertadores y así tener mayor notoriedad” recuerda el charrúa.

Y existe una característica principal del fútbol boliviano que es el que más marcó a Ferreira temporada a temporada, “Siempre me ha gustado la diversidad de lugares y climas donde uno juega, estar en una tarde sin altura con mucho calor en Montero, a los tres días jugar en la altura de La Paz y a la semana siguiente ir a Potosí, donde sí se juega en la noche el frio que hace es tremendo con cuatro mil metros de altura”.

Sobre su paso por Always Ready, el balance que hace es el siguiente: “fue algo muy lindo mientras duró, se me dio la chance de seguir jugando y poder seguir haciendo goles, vivir una experiencia nueva como fue jugar en la ciudad de El Alto”, actualmente el delantero se encuentra en su tierra natal al lado de su familia, esto no ha hecho que deje de cuidar su estado físico, “trato de entrenar y alimentarme lo mejor posible” ya que en 2020 si se da la oportunidad continuará jugando como futbolista profesional.

Definitivamente fue un 2019 con grandes cambios para estos dos referentes que sintieron la camiseta de los clubes paceños como si fueron bolivianos, que dejaron todo en la cancha para llevar a sus equipos a la palestra internacional. Quien sabe y en un futuro vuelvan a traer alegrías a los hinchas celestes y atigrados desde nuevas y diferentes funciones.

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