Se dice que nadie es profeta en su propia tierra y fue prácticamente lo que le pasó a Fernando Saucedo, el volante cruceño que inició su carrera en Oriente Petrolero pero donde nunca encontró la oportunidad de brillar en toda su magnitud. El fútbol, la pelota y el destino hicieron que se trasladara hasta Cochabamba donde en cuatro años se ganó el cariño y la admiración de toda la gente de Wilstermann.
Su destacada labor en el medio de la cancha vistiendo la camiseta roja del aviador hicieron que sea llamado a la selección una vez más, vistiendo la Verde en 2019 enfrentó nada más y nada menos que la campeona del mundo Francia. En la Copa América no solamente fue titular en los tres partidos de la fase de grupos, sino que también se convirtió en un capitán fuera de la cancha para el grupo intentando alejar todos los problemas administrativos y económicos que se suscitaron antes y durante la Copa América en Brasil.
Su carácter firme, su liderazgo lo llevaron a la palestra tras la Copa, redondeando una buena temporada personal, en Wilstermann fue titular y bastión en el mediocampo no solo en el torneo local sino también en la Copa Libertadores donde enfrentaron a clubes como Boca Juniors y Atlético Paranaense. El segundo semestre del año logró hacerse con la corona de campeón una vez más con el rojo del valle.
Aún con todos los números y experiencias positivas, recibir el premio fue una sorpresa para el cruceño, “la verdad no lo tenía pensado, si sé que tuve un excelente año pero hay muy buenos jugadores en mi posición, por eso estoy muy agradecido con este premio porque es una manera de incentivar más lo que hacemos”. Lo motivante que llega a ser para un futbolista un reconocimiento es lo que resaltó el jugador, “este tipo de incentivos hacen que uno como jugador se motive más y vea que tanto esfuerzo vale la pena, es sumamente importante que se valore de esta manera a nuestros futbolistas”.