Deporte y Sistema Inmune

April 28, 2020

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Está  demostrado que el ejercicio practicado en diferentes intensidades cumple una función moduladora sobre diversos sistemas, incluido el sistema inmune. El ejercicio tiene un impacto grande en la comprensión y prevención de algunas enfermedades que involucran la respuesta del sistema inmune como en las alergias, las infecciones, las inmunodeficiencias e incluso el cáncer; en esta oportunidad buscamos aportar elementos que ayuden a comprender este fenómeno biológico.

Las respuestas fisiológicas al ejercicio, son como cualquier otra respuesta a un estímulo, corresponden tanto a cambios súbitos y transitorios hasta aquellos funcionales en respuesta a si el estímulo persiste con la frecuencia y duración suficientes para producir adaptaciones en los sistemas y la  respuesta integrada.   .

El ejercicio ralentiza el proceso de envejecimiento de las células influyendo en la inmunosenescencia o pérdida de capacidad del sistema inmunitario a consecuencia de la edad,  una sesión de menos de 60 minutos de ejercicio aeróbico, de intensidad de moderada,  aumenta la capacidad antimicrobiana de los macrófagos.

Se puede estimular al sistema inmune para mantener todos sus componentes de la mejor manera posible durante el mayor tiempo posible, entonces sí es posible optimizar su funcionamiento, pero no se trata de una fórmula fácil ni inmediata, se puede iniciar por mejorar las medidas higiénicas, la dieta saludable, implementar ejercicio moderado, dormir  necesario, controlando el estrés.

Un nivel de estrés de corta duración por ejemplo de minutos es positivo para el sistema inmunitario, pero cuando se cronifica tiene efectos adversos  por ejemplo aumenta el riesgo para patologías autoinmunes, lo mismo ocurre con el sueño, se sugiere dormir entre  7 y 8 horas al día para mantener un sistema inmunitario adecuado, con respecto a la dieta existen nutrientes como los minerales y vitaminas que pueden hallarse en una alimentación habitual equilibrada como el cobre, los folatos, el hierro, el selenio, el zinc, las vitaminas a, b12, b6, c, e y d que contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmunitario, y se hallan en dietas variadas basadas en frutas, hortalizas, legumbres, productos integrales, frutos secos.

Por otra parte la medicina biológica ha permitido aplicar terapias sistémicas beneficiosas donde el cuerpo es tratado como un todo, así la ozonoterapia es una opción terapéutica segura, factible y con resultados científicos alentadores en el tratamiento de enfermedades de base inmunológica, por las propiedades inmuno moduladoras que tiene sobre las células del sistema inmune y por los pocos o casi ningún efecto secundario no deseado,  puede tomarse como una liberación fisiológica de las citocinas inherentes al contexto inmunológico importantes para la defensa contra ciertos gérmenes, se trata de una terapia de inmuno estimulación para permitir la actividad normal, no se trata de aumentar el sistema inmune con el que ya nacemos sino de mantenerlo en las condiciones óptimas de trabajo.

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