Diego Wayar, un soñador que se quedó para triunfar

June 30, 2020

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Diego Wayar es uno de los jugadores tarijeños que ha logrado consolidarse en el fútbol boliviano, el joven volante de contención llegó hace ya casi diez años a la ciudad de La Paz con el sueño de establecerse y ganarse un lugar en el equipo de The Strongest, caracterizado por su humildad, adaptabilidad y predisposición a aprender logró su objetivo.

Los clásicos como el de diciembre de 2014, Copa Libertadores como la del 2016, ganarse un lugar en la Selección nacional son algunas des referencias que tiene un jugador que llegó a la Sede de Gobierno con un sueño y tras alcanzarlo se sigue poniendo metas para superarse, “Llegué con el sueño de quedarme y triunfar, no me di cuenta del tiempo, hoy recién veo que ya son muchos años y el cariño por el club fue creciendo cada vez más, llevo ya 4 títulos con el club y sigo con la ambición de conseguir muchos más”.

El joven tarijeño inició su carrera como futbolista desde muy pequeño en su tierra natal gracias al apoyo de su familia, “Desde chico siempre me gusto este deporte, mi familia siempre me apoyó en todo momento, me acompañaron a todos los lugares donde me tocó ir, el gusto fue creciendo cada vez más, recuerdo que cuando tenía cuatro años iba al estadio cuando jugaba Unión Central, entrabamos en el entretiempo a jugar, todos corriendo detrás de la pelota, todo era diversión en ese momento”.

Fue justamente el ex equipo de primera división, el histórico Unión Central, el lugar donde se formó desde los cuatro años y toda su etapa formativa en inferiores. Tuvo un pequeño paso a los 15 años por el club Ingenieros de Tarija pero retornó a Unión Central cuando éste ascendió a lo que era la Liga Profesional en el país.

Fue el año 2012 cuando su carrera empezó a cambiar, “Llegué a The Strongest en enero a prueba, me dieron vivienda en el Complejo y fue el profesor Mauricio Soria que me dio la oportunidad de quedarme y ya llevo ocho años acá”. Pero cuando llegó no era para jugar como volante, mucho menos de contención, de hecho su adaptabilidad y predisposición le dieron la posibilidad de transformarse en ahora uno de los más experimentados del plantel.

“Siempre fui delantero, era extremo, aquí en el club tuve la oportunidad de jugar en varias posiciones, fui cambiando siempre predispuesto a jugar más que todo, todas las posiciones me dieron una nueva enseñanza siempre lo tomé con mucha humildad para trabajar, hoy por hoy me consolidé en la posición de volante de contención, es una posición a la que le agarré cariño, espero seguir ahí” confiesa el ahora volante de contención.

Al llegar a The Strongest se empezaba a cumplir uno de sus sueños, “era un sueño el poder estar ahí, ver a los jugadores que solo veía por tv, me quede a vivir en el Complejo, antes no había las condiciones que hay ahora, pero sin duda era lo menos importante, el sueño era poderme quedar a jugar en el club”. Precisamente el jugar con futbolistas que eran referentes en el club le dejó muchas enseñanzas y anécdotas.

“Uno de mis primeros partidos yo jugaba de extremo y Pablo Escobar y agarraba la pelota de espaldas y yo no picaba al espacio porque pensaba que como estaba de espaldas no me la iba a tirar, Pablo tocaba y se daba la vuelta y me retaba porque no corría, me pasó dos o tres veces seguidas y a la cuarta dije bueno si quiere que corra, voy a correr, piqué y Pablo estando de espaldas no sé cómo giró y me dio un pase fenomenal, que yo llegué la toque al medio y fue gol. Ahí entendí la calidad que tenía Pablo” recuerda sus inicios con la camiseta atigrada.

Ahora en 2020 en medio de una pandemia, Diego mira hacia atrás y para ver como él como profesional y su club se han ido transformando en estos casi diez años en los que el lleva defendiendo los colores amarillo y negro, “Cambiaron muchas cosas en el club, en el tema infraestructura y economía progresó mucho, se sabe que se vivían situaciones complicadas en esos años, gracias a Dios hoy el club se encuentra estable, donde todos pusimos de nuestra parte; dirigencia, primer plantel y todos los trabajadores del club. Las comodidades que se gozan hoy son demasiado lejanas a las que se vivían esos tiempos.  En el tema equipo se sigue manteniendo la denominada FAMILIA, que fue lo que se formó hace un poco más de 8 años y que hoy perdura en el club gracias a las buenas personas que hubo, hay y las que llegan al club. Como jugador crecí muchísimo, cambie de ser delantero sin saber marcar a hoy ser un volante de contención valorado por quitar balones. Escuché y aprendí de todos mis compañeros, plasme las enseñanzas que me dejaron en cada posición que jugaba para poder unificar lo aprendido y aplicarlo en mejorar mi rendimiento. Hoy ya me siento una persona madura por todo lo que me tocó vivir, alejarme de mi casa tan joven me hizo aprender más rápido y gracias a Dios hoy me siento satisfecho por lo que logré, siempre manteniendo la humildad y buscando conseguir muchas cosas más”.

Otro momento importante en su vida fue debutar en la Selección, un recuerdo que lleva en su mente con mucho cariño, “fue un debut con muchas ganas, con muchas ansias, era un sueño, gracias a Dios se dio y fue un lindo partido para nosotros”, de hecho entre los partidos más importantes de su carrera está defendiendo la Verde de todos, “tengo muchos partidos inolvidables, pero los más significativos que me tocaron vivir fue los que jugué como capitán de la selección”.

El ser capitán de la Selección fue un hecho que le dejó mucha enseñanza, “es un orgullo, es algo muy lindo, también uno sabe que es una responsabilidad muy grande, tuve grandes líderes en el club que me enseñaron que el capitán tiene que ser bastante responsable y respetuoso ante los compañeros”.

Ahora en casa sin saber cuándo retornará el fútbol en el país, extraña la cancha como todo futbolista pero sin dejar de prepararse para cuando toque volver, “es difícil no poder salir, entrenar de manera diferente, pero bueno siempre viendo lo importante y positivo que es el de poder compartir con la familia y sobretodo cuidarse para no tener problemas de salud. Lo que sí nos deja esta cuarentena es el apreciar más a la familia y valorarla como se debe. Ver crecer y compartir más tiempo con mi hijo no tiene precio”.

Junto con The Strongest jugó el último partido de la División Profesional antes de que se suspenda de manera indefinida el torneo y que inicie la cuarentena total en Bolivia, ya hace 100 días, aquel partido ya se disputó sin público algo que no es lo óptimo para sentir la pasión que desata el fútbol, “es raro jugar sin público, un partido termina siendo un espectáculo. Uno como jugador ya una vez comenzado el partido se concentra mucho en el juego que tal vez lo deja de lado, pero ya en jugadas como para un gol o momentos difíciles que se necesita el apoyo de la hinchada es donde se extraña. Sin lugar a duda jugando el último partido, lo que menos se llegaba a pensar era que tendría que iba a pasar tanto tiempo y aún no podríamos pisar una cancha”.

Aún con esa nostalgia e incertidumbre de cuándo se podrá retornar a los estadios, las metas las tiene claras, “siempre seguir creciendo, nunca pienso en un techo, cada vez hay algo para corregir y mejorar. El sueño de poder jugar en el exterior sigue intacto y para eso tengo que trabajar más, obviamente mejorando mi rendimiento poder tener posibilidades de ir a la Selección y poder jugar para defender los colores de nuestro país que siempre será lo más lindo para cualquier jugador”.

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