El capitán del FC Bayern Munich, Thomas Muller, que en el retorno del fútbol tras la pandemia se coronó campeón por octava vez consecutiva tiene dos cábalas y manías particulares.
La primera se la puede ver en todos sus festejos de gol, donde siempre grita sus anotaciones con el puño derecho apretado. La segunda tiene que ver con el guiño que hace a la cámara cada vez que lo enfocan durante los partidos.