El 29 de octubre de 1977 Bolivia jugó su primer partido en tierras europeas y su única eliminatoria mundialista con un rival del viejo continente. Debía enfrentar en un repechaje a la selección de Hungría para aspirar a estar presente en el Mundial Argentina 78. Lo que había comenzado con buena estrella, terminó en una gran frustración. La brillante actuación nacional en su grupo derrotando sin atenuantes a Uruguay y Venezuela y cerrando la serie en calidad de invicta con un empate a 2 en Montevideo, continuó con una de nuestras mayores pesadillas históricas en Cali, la llamada liguilla en la que fuimos aplastados por Brasil (0-8) y Perú (0-5).
Allí terminó el camino de Wilfredo Camacho como técnico y llegó -por la vía de Bolívar- un “aparecido” de muy buena verba, el alemán Edward Virba. Según él, bajo su batuta se acabarían las goleadas y afloraría el fútbol de calidad. La alineación base de Camacho: Jiménez; Campos, Lima, Baldivieso y Rimazza; Angulo, Mezza, Romero y Aragonés; Jiménez y Aguilar, fue cambiada sustancialmente por Virba, que incluyó a varios nacionalizados. Así, el equipo que jugó en Budapest fue: Arturo Galarza; Villalón, Lima, Taritolay y Del Llano; Angulo, Mezza, Romero y Aragonés (el medio campo fue lo único que Virba no cambió); Bastida y Aguilar. Pero no, las goleadas no se terminaron, los húngaros nos hicieron seis al hilo (6-0), nada menos que cinco en el primer tiempo.
En la vuelta en La Paz se dio la circunstancia de jugarse el primer partido de la selección en el nuevo Siles que estaba repleto, con más de 50.000 espectadores. Fue el partido de Aragonés que hizo dos goles, pero no alcanzó ni siquiera para el empate, los magiares ganaron con el gol de Puztai a los 85 (3-2). Fue quizás la mayor paradoja de nuestra historia en eliminatorias, del día brillante a la negra noche. Como colofón digamos que los húngaros hicieron un mal papel en el mundial del 78, perdieron con Argentina, Italia y Francia quedando eliminados sin puntos en la primera vuelta. A pesar de ello, contaban con algunas figuras de relieve que habían enfrentado a Bolivia: como Fazekas, Kocsis o Nilyasi, jugadores históricos de su selección.