Luego de casi 9 meses de haberse jugado el último partido por la División Profesional del fútbol boliviano, el 28 de noviembre volvió a rodar el balón en la ciudad de El Alto y Santa Cruz, Always Ready frente a Nacional Potosí y Real Santa Cruz ante Aurora fueron los partidos que reanudaron el torneo Apertura.
La pandemia en el mes de marzo paralizó el fútbol, pero las disputas dirigenciales hicieron que el retorno a las canchas del torneo oficial parezca tan lejano como imposible hasta que en el último Consejo de la División Profesional se hicieron presentes los 14 clubes y determinaron el retorno del fútbol pero bajo un calendario maratónico.
El apertura se terminará de jugar el 31 de diciembre, se modificó el reglamento y no habrá torneo Clausura esta temporada, por lo que en las 14 fechas – es decir 98 partidos – que se jueguen en los 34 días que le quedan al 2020 se repartirán los 8 premios de acuerdo a la tabla.
En el Congreso de la Federación Boliviana de Fútbol que se llevó a cabo previamente, se aprobó que esta temporada se anularon los descensos de categoría, es por eso la Copa Simón Bolívar que se disputa desde la primera semana de noviembre y que conocerá a su campeón y subcampeón el 29 de diciembre ascenderá justamente a estos dos equipos que lleguen a la final para la temporada 2021 donde la División Profesional tenga 16 clubes.
A primera vista, teniendo en cuenta que Bolívar y Wilstermann se encuentran disputando la Copa Sudamericana y Libertadores respectivamente, tanto la academia paceña y el cuadro aviador son los primeros afectados con el calendario ajustado ya que deberán dividir sus planteles y priorizar alguna competencia para alinear a sus titulares en una u otra competencia.
Por otra parte la Federación Boliviana de Fútbol trabaja en la apertura del fútbol al público, gestionando los permisos necesarios con el gobierno nacional que permitan por lo menos el ingreso de un 30% de espectadores a cada partido, una alegría no solo para los hinchas que anhelan volver a vivir la pasión del fútbol en los estadios sino también para los clubes que en estos momentos de crisis ven con buenos ojos cualquier fuente de ingreso.