Cuando terminaba el 2019 las proyecciones y los números marcaban el camino para un gran año, dentro del fútbol en Latinoamérica nos alistábamos para vivir una Copa América con dos sedes, el inicio de las Eliminatorias rumbo a Qatar, se pintaba un gran 2020 para el fútbol, redondo como los dos ceros que tenía, pero ahora, iniciando el 2021, solo queremos no volver a repetirlo.
Durante el 2020 se estima que 1.5 millones de personas fallecieron, las ciudades se paralizaron, las calles se vaciaron, los niños no volvieron a los colegios y todos aprendimos a quedarnos en casa para sobrevivir dando paso a la vida virtual pero añorando poder abrazar a nuestros seres queridos y disfrutar de cosas simples que dábamos por sentado.
En Bolivia nada fue diferente durante la pandemia, el año comenzó con mucha ilusión y esperanza, la Verde compitió en el Pre Olímpico en Colombia con grandes resultados, con esa base en los primeros meses todos nos ilusionamos con el inicio de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar, pero fue en marzo cuando se cerraron los estadios y todos los planes se fueron cancelando y postergando sin fecha.
La pelota dejo de rodar y tener esperanza en el futuro era lo más difícil de tener mientras veíamos desde nuestras ventanas como toda la normalidad que conocíamos había desaparecido. Soñamos con volver a disfrutar de un partido de fútbol, pero la realidad nos mostraba a nuestros grandes ídolos desde sus casas compartiendo retos y cualquier idea divertida que ayudara a pasar un día más de confinamiento.
En un parpadear de ojos la mitad del 2020 pasó, la Copa América que debía jugarse en junio y julio quedaba oficialmente postergada por un año porque en ese momento era imposible pensar en que el fútbol volviera, las fronteras de los países estaban cerradas y como mucho podíamos salir de nuestras casas una vez a la semana para comprar alimentos.
Fue cuando el fútbol boliviano fue golpeado duramente por la pandemia, el 19 de julio falleció por coronavirus el Presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Cesar Salinas. Quien contrajo el virus trabajando y buscando la forma de que volviera el fútbol a nuestro país. Una pérdida que dejó un vacío muy grande, su ausencia desencadenó la peor crisis del fútbol en nuestro país en todos sus niveles.
Otro momento que marcó el 2020 sin duda fue cuando en Alemania, lograron controlar el virus y decidir que la Bundesliga reanudara su torneo. Con todo el mundo en casa con más de cien días en confinamiento fue el momento más esperado por los futboleros. Los ojos del mundo se posaron en una de las estructuras más organizadas y ordenadas del fútbol mundial y viendo como el Bayern de Munich ganó todo lo que disputó, derrotó a todos los que le tocó enfrentar e incluso con resultados históricos como al Barcelona en la Champions.
El retorno del fútbol en Europa marcó el camino para la vuelta a la “normalidad” en Sudamérica, la Champions cambió su formato en rondas finales y todos disfrutamos de las rondas finales a partido único que se jugaron en Portugal. Meses después tomando como modelo los protocolos de bioseguridad volvió el fútbol en nuestro continente.
El retorno de la Libertadores y Conmebol a puertas cerradas y con medidas estrictas de cuidado hicieron que la Conmebol ampliara su ayuda a los clubes. De hecho la Libertadores volvió en Bolivia, con el partido entre Wilstermann y Atlético Paranaense, tanto al equipo rojo aviador como a Bolívar, que eran los dos clubes bolivianos que quedaban en competencia les pasó factura el largo confinamiento.
La normalidad nunca volvió o mejor dicho, el concepto de normalidad cambió para siempre, cuando el mundo aprendía nuevamente a salir de casa tomando todos los cuidados necesarios y el fútbol había retornado en todo los países, el mayor referente de este deporte partió de este mundo dejando en luto literalmente a toda la humanidad, Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre.
El 2020 fue un año de pérdidas, de números rojos, un año que ni en nuestra peor pesadilla creímos vivir algo parecido. Pero también fue un año de aprendizaje, de volver a entender y valorar lo que importa y nos hace felices. La pandemia sacó lo peor y lo mejor de las personas, pudimos ver actos solidarios que trascendieron todas las fronteras cerradas en ese momento.
Habiendo pasado una de las páginas más negras de la historia de la humanidad, iniciamos el 2021 con esperanza. Así como la muerte de Cesar Salinas dejó la peor crisis institucional del fútbol boliviano, también desencadenó que haya una nueva presidencia, un nuevo inicio, que podamos mirar al futuro y trabajar por días mejores.
En los futbolístico Bolivia solo pudo disputar un solo torneo en el año, luego de 63 años el club Always Ready logró coronarse campeón del fútbol boliviano en un apasionante final de campeonato donde Bolívar y The Strongest además de los millonarios llegaron con las chances de alcanzar la corona.
Ya que así como lloramos pérdidas, también vimos que en medio de todo lo malo se puede celebrar logros, que siempre habrá una luz de esperanza al final del túnel, que todo lo que dejó el 2020, un año que nunca podremos olvidar, nos sirva de nuevo inicio para lograr y ver a Bolivia donde siempre soñamos.