El fútbol boliviano está caracterizado por la poca paciencia que se le tiene a los entrenadores para lograr resultados, cada fecha un entrenador con un mal resultado tiene la maleta en la puerta para despedirse. Fue justamente lo que no hizo Independiente en 2021, todo lo contrario fue uno de los 2 equipos que no cambiaron de entrenador, Marcelo Robledo no solo pudo trabajar y mostrar su capacidad sino que como premio a la constancia alcanzó el primer título histórico para Independiente Petrolero.
Robledo logró llevar en un año a un equipo recién ascendido a lo más alto del fútbol, consagrarlo campeón y ponerlo en la Copa Libertadores. Sin duda fue un año soñado con recuerdos imborrables, “el gol de Godoy en el último suspiro del partido va a ser el gol más importante de mi carrera como entrenador” recuerda la última fecha del torneo el estratega.
El Premio Cábala que recibió tiene un lugar especial a partir de ahora en su carrera y en su vida, “estar rodeado de todos los grandes que estuvieron ahí para mi es algo muy grande, el premio no va a tener igualdad a ningún premio que pueda ganar más adelante, en mi carrera como entrenador va a ser el más importante porque es el primero de un logro importante del primer año que tengo la posibilidad de dirigir en Primera División en Bolivia, un lugar donde me crié, me armé y me eduqué futbolísticamente como jugador y como entrenador”.
Y tiene una dedicatoria especial: “Agradecer y dedicar siempre es a Dios que nos tiene a mi y a mi familia siempre sanos, cuidándonos y de ahí sobre todo dedicarselo a mi esposa que es la que aguanta el día a día cuando uno lee, trabaja y trata de superarse; ella es la que lleva rienda de la familia porque a veces uno está enfocado en superarse en lo que quiere. El premio se lo dejaría en su mesita de luz a mi esposa que ella lo cuide como ella cuida a la familia el día de hoy, el amor que nos tiene hace la posibilidad que me pueda superar cada día más, especialmente a Ivanka Valenzuela”.