En 2014 cuando Ronaldinho era parte del Querétaro de México, el brasileño junto con sus compañeros tenían una peculiar cábala.
El astro mundial acostumbraba grabar y atender todos sus compromisos de patrocinios los lunes por lo que ese día no iba a entrenar con el resto del equipo.
Una semana cuando se hizo presente, sus propios compañeros le pidieron que se retirara del entrenamiento para no romper la cábala. Ese año lograron llegar a la final del torneo Clausuran donde quedaron eliminados por Santos Laguna y Ronaldinho aportó con ocho goles.