Fue el líder de la selección alemana campeona del mundo en 1974 y la Eurocopa de 1972, fue el hombre que reinventó una manera de jugar distinta para una defensa y que terminó siendo Balón de Oro en dos ocasiones.
Lo caracterizaban la seriedad y el rigor que junto con su experiencia como central y sus salidas con el balón como buen organizador de jugadas hacían de él un jugador completo. Combinaba muy bien su talento, genialidad y carácter.