El fútbol es uno de los deportes en el que mayor incidencia de lesiones se producen por varios factores de riesgo dentro de los cuales los más importantes son los factores internos al deportista como los fisiológicos y psicológicos y dentro de los factores externos o propios de la práctica deportiva como la categoría del juego, el contexto, tiempo de juego, métodos de entrenamiento, el material e instalaciones deportivas, los organizadores de las competiciones deportivas, que al establecer reglas no adecuadas para los diferentes niveles de edad y desarrollo físico y psicológico, pueden propiciar cargas, intensidades y esfuerzos que desemboquen en lesión, también en profesionales cuando los torneos contemplan competencias muy cercanas.
Las lesiones más frecuentes en fútbol son las de tobillo, de rodilla, y de los músculos del tren inferior; específicamente esguinces, tendinitis y contusiones. La mayoría están causadas por traumatismos, contactos con otro jugador, y también las causadas por sobre entrenamiento lo cual queda claramente establecido en competiciones internacionales donde aumenta la proporción de lesiones.
La mayoría de autores indican que las lesiones producidas por factores ajenos al contacto con otros se dan en una proporción entre el 26 y el 59% del total de lesiones y se producen, básicamente, durante la carrera o en cambios de dirección, un 20 a 25% de las lesiones son recaídas del mismo tipo de lesión donde la historia de lesiones anteriores y una inadecuada recuperación de las mismas son factores de riesgo que incrementan su producción.
En general, las lesiones de los jóvenes futbolistas se producen en los partidos con una frecuencia mayor que en los entrenamientos, aunque el tipo de entrenamiento también parece ser un factor importante, dado que excesivas cargas de trabajo podrían aumentar el riesgo de lesión; así los ejercicios de equilibrio propioceptivo podrían ayudar a prevenirlas; con respecto al tiempo de juego, la mayoría de trabajos optan por contabilizar el número de lesiones por cada 1.000 horas de competición, respecto a la influencia de la edad y la categoría parecen indicar que a mayor edad mayor probabilidad de lesionarse.
Por estas razones se debe tomar en cuenta todos estos factores al momento de analizar la cantidad y calidad de lesiones producidas en la temporada y en un equipo, ante la situación actual del fútbol en nuestro país es de esperarse que la incidencia lesional sea importante y deben ser considerados estos factores para tomar acción sobre todo en los planes de prevención.