La historia de Always Ready es única. Es la saga de un grande que pasó una larga noche, una especie de periodo de hibernación, para resucitar y volver al lugar que había ocupado durante décadas. Es también el retrato de una sociedad y su transformación. El camino de un club que nació en el paseo más tradicional de La Paz, el Prado, alimentado por jóvenes de los barrios de Miraflores y Sopocachi y que a su vuelta, se instaló en la populosa y popular ciudad de El Alto, aquella urbe nacida al calor de su dinámica social en 1985.
El equipo de la banda roja nació el 13 de abril de 1933 en plena guerra del Chaco. Por eso la mayor parte de sus fundadores (muchos lasallistas) no tenía todavía la edad del alistamiento a filas para defender el solar patrio. La primera etapa de su vida, la del amateurismo (1933-1949) lo colocó en primera división en 1940. Fueron los años formativos de la mano de Mario Carrasco Villalobos. Todavía era un cuadro de media tabla.
Su segundo periodo (1950-1960) fue la etapa dorada, la de sus dos títulos nacionales (1951 y 1957) y tres subcampeonatos. Tiempos en los que condujeron el club Vladislav Heksner y René Quiroga Rico. Los años de una leyenda como DT y como impulsor del deporte en Bolivia: Julio Borelli que lo llevó a su primer campeonato y Vicente Arraya campeón en 1957. Años del germen de las dos grandes figuras históricas del equipo: Mario Dimeglio el estandarte albirrojo, el más talentoso de todos su héroes y el arquero Griseldo Cobo, un pilar del pórtico albirrojo. También del gran goleador Juan Pinnola.
El tercer momento, único en la historia de nuestro fútbol, fue la gira europea de 1961. Casi una selección (básicamente Always-Wilstermann). 103 días de gira, 10 países, 27 partidos, 43 goles. Dimeglio, Blacutt, Escobar, Alcócer, Cobo… y una gran dirigente: Armando Pagano. Para el recuerdo Always 2 Olimpiakos 1 en Atenas.
Cuarto periodo (1962-1976), el de la velocidad de crucero, el campeonato paceño del 68, la primera Libertadores de ese mismo año, un subcampeonato nacional (1967) y figuras como Staukas, Tapia, Villate o Arrigó. Fue el comienzo del liderazgo de otro gran presidente del club, Mario Marañón Zárate.
Quinto periodo, el de la era liguera (1977-1991). La montaña rusa de los altos y bajos. El surgimiento de otra gran estrella: Juan Américo “Tanque” Díaz, junto a él, Rougcher, Delfín, Bracamonte, Almagro, Barreiro y Dalmazzone. El descenso y el retorno a la Liga en 1986 bajo la batuta de Jorge Romecín… y la caída que parecía sin vuelta tras el descenso de 1991.
El sexto y el más negro periodo, la larga noche (1992-2014). Todo parecía perdido, de la “A” a la “B” (la tercera división), la diáspora de los hinchas, la quiebra económica y el esfuerzo de unos pocos, los Díaz (Juan Américo y Emeterio) y los nietos de la familia Carrasco: Antonio y José Luis remando contra corriente. Fueron los años de los peores augurios…
Séptimo periodo… De pronto (2015-2023) se hace la luz después del largo túnel. En 2015 Fernando Costa y su hijo Andrés, se hacen responsables de la institución y prometen despertar al gigante. En cinco años, de la “B” a la “A”, de la “A”, a la División Profesional. En 2020 ¡de nuevo campeones! después de 63 años, en 2021 subcampeones, simultáneamente una Copa Sudamericana y tres Libertadores al hilo, con participaciones dignas. Es el nuevo tiempo de jugadores como Enoumbá, Galindo, Ovejero, Lampe, Cabrera, Arce y Riquelme… Un club grande otra vez. Always decide hacerse alteño y le pone la piel futbolística albirroja a sus habitantes. De Miraflores a Villa Ingenio. De la gloria a la gloria.