Autor: Sophie Leon
El partido da inicio, son los primeros minutos y se escucha a los hinchas gritar el nombre de sus ídolos. El arquero logra atajar un gol, los defensas salen a proteger el arco, el equipo da su mayor esfuerzo en la cancha. El tiempo avanza y los hinchas se ponen cada vez más nerviosos, pero no paran de apoyar al equipo. Los fanáticos desean ver a su jugador favorito convertirse en el mejor, porque es su inspiración. Pero, ¿cómo ha logrado ese futbolista transmitir esa emoción?
Actualmente, muchos deportistas trabajan en lo que se denomina “marca personal”, que gestiona la imagen propia de cada jugador y les ayuda a construir una identidad que conecte con los fanáticos dentro y fuera del campo de juego. La marca personal parte de los objetivos y cuestiona: ¿Qué quiere lograr el jugador?, ¿hasta dónde quiere llegar?. Además, ¿cuál es el público con el que quisiera conectar?
Cristiano Ronaldo es una de las figuras del fútbol que más resalta al mencionar a las marcas personales deportivas. Este jugador impactó en sus fanáticos por sus habilidades en la cancha, pero también gracias a la construcción de su identidad de marca, basada en la confianza en sí mismo y la ambición por cumplir sus metas personales, lo que lo convirtió en un modelo a seguir y uno de los jugadores favoritos del público.
Además, la marca personal conlleva considerarse a uno mismo como una marca comercial. Volviendo al caso de Cristiano Ronaldo, este jugador tiene un símbolo distintivo, “CR7”. Estas siglas representan su marca y las utiliza en campañas publicitarias y productos o servicios que ofrezca. De esta manera es sencillo para sus seguidores identificarlo.
Desarrollar una marca personal es elemental para cualquier jugador en la actualidad. No solo se trata de lo que sucede en el campo de juego, sino de la construcción de una identidad sólida que resuene con el público objetivo. En un mundo donde los fanáticos anhelan inspiración y conexión, el poder de la marca personal es innegable en el fútbol y el deporte en general.