Iker Casillas, campeón de la Copa del Mundo 2010 de Sudáfrica, campeón de la Copa de Europa 2012, figura del Madrid y del Oporto. El portero español era uno de los jugadores más supersticiosos. Cortaba su camiseta, giraba los calcetines y, finalmente, usaba su pierna izquierda para hacer una zanja desde la coronilla del área hasta la línea de meta antes del partido.
Además, siempre que su equipo marcaba un gol, realizaba un salto para, con su mano izquierda, tocar el travesaño.