Diego Medina, dedicación, perseverancia con premio en la Verde

April 29, 2024

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En el mundo del fútbol, los caminos hacia el éxito rara vez son rectos y sin obstáculos, detrás de cada jugador exitoso hay una historia de perseverancia, determinación y, a menudo, momentos decisivos que cambian el curso de sus vidas. En esta edición tenemos como protagonista a Diego Medina, un talentoso futbolista boliviano cuyo camino estuvo marcado por desafíos, dudas y ahora comienza a vivir su sueño.

Medina tuvo un inicio temprano con el fútbol, si bien la afición por la pelota para los niños es algo natural, Medina comenzó su camino en el fútbol boliviano con tan solo 3 años en la Academia Tahuichi. Por su corta edad no tiene muchos recuerdos de aquellos primeros pasos en la cancha, “empecé a entrenar a los 3 años casi 4 porque mi hermano ya entrenaba en la Tahuichi y a mí me gustaba, un amigo de mi padre consiguió una beca para mí también y comencé a entrenar. Mi mamá cuenta que me molestaban porque iba a entrenar con la mamadera”.

La Academia Tahuichi fue convirtiéndose en su segunda casa por muchos años, donde pasó por todas las categorías compitiendo en torneos nacionales e internacionales y encontró el que podía ser el camino para lograr metas y sueños, “cuando llegué a la academia Tahuichi vi que podía ser una carrera con el fútbol, me puse en la cabeza que era la forma que podía ayudar a mi familia”.

En esos años encontró importantes personas que contribuyeron con su crecimiento, “tuve buenos profesores, fueron muchos en todos los años, el profesor Jesús Rojas el me ayudó siempre, me daba desde vitaminas para mejorar, me daba la confianza para jugar, gracias a él agarré confianza para llegar a una Selección Sub 20 y ahí empezó a llegar todo lo bueno” recuerda con agradecimiento.

“Yo estaba entrenando en época de pandemia, la Tahuichi me dice que estoy convocado que tengo que presentarme en el hotel de concentración, me llegó de sorpresa” relata el joven jugador que tuvo en la Selección Boliviana el inicio de su carrera como profesional, el punto de partida para alcanzar los sueños por los que trabajó desde tan pequeño, “un sueño y de ahí para arriba. Mi madre era la más feliz, estar convocada era todo un sueño” recuerda con una sonrisa imborrable ese momento que fue el punto de inflexión en su vida.

Medina recuerda cómo fue esa primera convocatoria, “éramos 4 o 5 compañeros de la Tahuichi, llegamos juntos, me tocó concentrar con otro compañero que no conocía, es toda una experiencia que te cambia por completo la mente, sabía que podía tener un futuro con el fútbol” pero la magnitud de esta convocatoria para su carrera y su vida era algo que sólo él comprendía, “yo ya me estaba dando por vencido del fútbol porque ya tenía 18 años y había mucha necesidad en mi casa y yo quería ayudar, fue cuando me llega el llamado de la Selección. Ahí dije es mi oportunidad, tengo que aprovecharla”.

Y así fue, esa oportunidad con las divisiones menores de la Verde le abrieron las puertas al fútbol profesional, “Vuelvo a la Tahuichi me seguí preparando pero con la desesperación de salir a algún equipo y salir de la academia, nace la oportunidad de venir a unas pruebas en Always Ready donde vinimos seis compañeros, gracias a Dios nos quedamos 4 compañeros en la prueba, nos quedamos de lunes a miércoles y jueves ya estábamos con la reserva y una semana después nos dan la noticia que junto con Pablo Vaca subíamos al primer equipo”.

En pocas semanas vio como ese esfuerzo desde su infancia comenzaba a dar frutos, su vida comenzó a cambiar y empezó a vivir el camino de un futbolista profesional, “Para mí era todo nuevo, estar entrenando en un equipo profesional, conocía pocos compañeros, después investigando vi que tenían historia, eran jugadores de renombre, para mi todo era nuevo, solo quería entrenar y jugar no pensaba en nada más”.

Una de las experiencias más llamativas que vivió a su llegada al equipo alteño fue compartir vestuario con jugadores de gran trayectoria, “por ejemplo Conejo Arce, lo miraba, cuando me puse a investigar, vi la gran historia que tiene en el fútbol al igual que Nelson Cabrera y otros compañeros que estaban ahí conmigo”.

Como toda experiencia nueva y parte del crecimiento, le costó encontrar un lugar en el equipo pero con trabajo y determinación logró hacerlo, “Pasaron muchas cosas en Always Ready, el primer año jugué pocos partidos, el segundo ya me asenté mejor, yo sentí el apoyo de los compañeros, cuerpo técnico, dirigentes, fui agarrando más confianza y así llegué a ser el capitán del club”.

Ser capitán no es algo fácil de asumir y asimilar, pero su esfuerzo y constancia continuaron dando frutos, “Me comentaron que tenían la idea de que lleve la cinta de capitán, para mi algo nuevo, yo no había sido capitán nunca, es una responsabilidad grande” explica Medina que en corto tiempo fue recibiendo más y mejores noticias dentro de su carrera ya que llegó su convocatoria a la Selección Absoluta.

“Un sueño hecho realidad, cuando llegué a Always Ready no pasaba por mi cabeza estar en una Selección mayor todavía, cuando me llega el llamado muy feliz, mi familia, mis amigos que siempre me apoyaron fue todo felicidad”, todavía se emociona al recordar ese llamado, y sin duda esa concentración fue toda una experiencia para él, “nervioso porque había muchos jugadores grandes, Diego Bejarano me habló mucho y de ahí para adelante me preparé para volver porque uno siempre quiere estar”.

Ir a Francia para enfrentar a Senegal fue su debut en la Verde, “fue una linda experiencia, salir del país, primera vez que iba a Europa, otra cultura, otro mundo parecía. Jugué otro amistoso con Perú y luego dos amistosos más con Ecuador y Chile en Santa Cruz, luego vino la Eliminatoria” hace el recuento de su paso por la Verde donde cada llamado se va convirtiendo en una pieza clave para nuestra Selección.

Uno de los momentos más emocionantes cuando se pone la camiseta de la Selección es el inicio en la entonación del himno nacional, “Es algo muy lindo, muy fuerte de sentir, estar abrazado con los compañeros cantando el himno nacional”. Hoy jugando Copa Sudamericana, Copa Libertadores, Eliminatorias y con la Copa América en puerta recuerda como ha transitado este camino hacia su sueño de ser futbolista profesional y tiene también la fortuna de compartir con aquellos amigos con los que creció en Tahuichi y que ahora viven en la misma ciudad, pero siendo profesionales en otros equipos.

“Con Chura que está en el Tigre, Lucas Chavez en Bolívar, José Flores que ahora está en Royal Pari, Pablo Vaca que está conmigo en Always, nos acordamos viajes que hacíamos a Argentina, Paraguay, los apodos que se ponían los compañeros” relata esos momentos que hicieron parte del camino que los llevo a ser el presente de nuestra Selección y también el futuro esperanzador de poder volver a pelear cosas importantes como país.

Ahora las nuevas metas están claras y no cabe duda de que seguirá trabajando para alcanzarlas, “como todo jugador, salir del país y consagrarme en la Selección”.

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