#86
August 30, 2024
TÍTULO: ENTRE EL SUEÑO Y LA DESILUSIÓN
AUTOR: Mateo Alborta – Revista Cábala
El fútbol boliviano vive de ilusiones frágiles y sueños quebrados. La reciente participación de la Selección Boliviana en la Copa América es un cruel reflejo de esta dura realidad: cero puntos, diez goles en contra y apenas un gol a favor. Una de las peores campañas en la historia, llegando con un nuevo cuerpo técnico, que actualmente ya no lo es, por lo que tenemos el tercer técnico en dos años. Un cambio más que deja en evidencia la falta de un proceso coherente, un proyecto que permita al país aspirar a competir en alto nivel y no solo a una participación.
Bolivia continúa con un fútbol sumido en el conformismo, sin hacer los sacrificios en inversiones necesarias para un cambio real. Con cada cambio de proyecto, la ilusión renace, pero rápidamente es aplastada por la cruda realidad: no hay estructura, no hay identidad, no hay formación adecuada para el talento joven que abunda en Bolivia. El problema no es la falta de talento, sino la escasa visión y compromiso de quienes deberían liderar un verdadero proceso de transformación.
La historia se repite en los clubes. The Strongest y Bolívar, líderes de sus grupos en Copa Libertadores, consiguiendo grandes resultados dieron una esperanza que poco duró. En octavos de final, la dura exigencia del torneo los superó, dejando a Bolivia una vez más sin representación en las fases decisivas. The Strongest, envuelto en una crisis dirigencial, refleja la misma falta de estructura que sufre el fútbol boliviano en su totalidad. Bolívar, aunque con una apuesta más firme por el desarrollo, también enfrenta limitaciones que impiden la consolidación de un proyecto de largo plazo.
Y en las gradas, el grito desesperado de “¡Sí se puede!” resonaba en los corazones de miles de hinchas, aferrados a un sueño que, en realidad, nunca tuvo cimientos sólidos. Porque en el fútbol boliviano, el corazón lo pone todo, pero el trabajo, la planificación y la seriedad brillan por su ausencia. Y así, entre sueños e ilusiones rotas, seguimos sin poder competir en lo más alto, ni a nivel de clubes y mucho menos de selecciones.
Otros artículos en esta revista